COMO UNA EXTRAÑA

Carolina Joseph regresa por la noche con su hija de seis años, Natasha, de una fiesta familiar a la que su marido David, ha excusado asistir alegando problemas de trabajo. Al tomar la estrecha carreta que conduce a su vivienda encuentra, a la salida de una curva, un vehículo atravesado que le obliga a desviar la trayectoria, perder el control y estrellarse contra un muro.
La policía encargada del atestado encuentra el cadáver de la mujer siniestrada pero no logra averiguar el paradero de la niña a quien, tras una búsqueda exhaustiva, se da como desaparecida. Pasados seis años, el viudo vuelve a contraer matrimonio del que nace el pequeño Olli, que llena de felicidad a sus padres. De modo inesperado aparece en su casa una adolescente que afirma ser Natasha, la niña que viajaba con su madre, Carolina, la noche del accidente mortal. Efectuadas las pruebas oportunas David reconoce su paternidad y acepta la presencia de la chica en su nuevo hogar. La actitud hostil de Natasha hacia su padre al que culpabiliza de la muerte de Carolina, convierte la vida de todos en un infierno que lleva a la madrastra, Emma al borde de la desesperación. La violencia se desencadena cuando la recién llegada se muestra agresiva con el bebé al que maltrata en repetidas ocasiones. La desaparición del pequeño en la que ha tomado parte la vengativa adolescente, plantea al matrimonio la conveniencia de denunciar a la policía los manejos de la enigmática Natasha que, en nombre de los raptores, solicita de sus padres el pago de un fuerte rescate a cambio de la vida de Olli. La obra adquiere tintes cercanos al melodrama aunque, la habilidad de la novelista británica Rachel Abbott (Machester, 1952) soslaya el peligro, gracias a su hábil manejo de los recursos narrativos dentro de una trama desarrollada con buen ritmo literario. La prosa de la autora cobra especial relieve en los pasajes de mayor tensión, en que los protagonistas muestran las debilidades humanas, fallos, errores y cobardías que posteriormente dañan a personas inocentes y provocan la ruina de las familias. La novela refleja con realismo el ambiente y mentalidad de la sociedad burguesa de Manchester, dentro de la cual los ciudadanos en apuros y la policía colaboran estrechamente hasta lograr la resolución de un caso que rebasaba el puro ámbito de la delincuencia habitual.

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