EL ÁNGEL DE BUDAPEST

El periodista Julio Martin Alarcón (Madrid, 1977) colaborador del diario “El Mundo”, ofrece un documentado trabajo de investigación sobre las actividades del diplomático español Ángel Sanz Briz(Zaragoza,1910-Roma,1980) en defensa de los judíos perseguidos por la Alemania nazi.
Como Encargado de Negocios de la embajada española en Budapest asistió a la forzada adhesión de Hungría al Reich de Hitler y a la llegada del SS Adolf Eichmann, encargado de ejecutar la orden de exterminio de los judíos húngaros. Sanz Briz, junto al Nuncio del Vaticano, Angelo Rotta, promovió un ambicioso plan de salvamento de judíos destinados a las cámaras de gas del campo de exterminio en Auschwitz. Con el respaldo del ministerio de Asuntos Exteriores de España, desarrolló un atrevido programa de salvamento de los perseguidos que permitió salvar de la muerte a varios miles de ellos, algunos de los cuales albergó a su costa en su propio domicilio particular. El pretexto inicial fue otorgar el pasaporte a los sefardíes de origen español residentes en Hungría que, fue ampliado, previa falsificación documental, a personas y familias de cualquier etnia o nacionalidad. Una de las tareas de mayor riesgo en las que comprometió su seguridad personal, fue luchar contra las autoridades alemanas para que respetaran los visados que los funcionarios nazis se resistían a validar, conscientes de su falsedad. Las gestiones se multiplicaban en un constante tira y afloja, agravado por las derrotas del ejército alemán y la urgencia de rematar las órdenes antisemitas de eliminación emitidas por Hitler. En su crónica, Julio Martín Alarcón destaca el valor desplegado por Sanz Briz en el cumplimiento de su labor humanitaria, así como su modestia y caballerosidad al no atribuirse méritos que en justicia le correspondían. La reproducción de las cartas e informes cruzados entre Sanz Briz y el Ministerio de Exteriores, citadas por el autor desvelan aspectos desconocidos de la importante labor de salvamento que, debido a motivos políticos de diverso signo, había sido silenciada hasta el momento por los historiadores. La reconstrucción de los hechos, descrita con el estilo ágil y sencillo de una crónica periodística, muestra, por un lado, la calidad profesional y humana del embajador y por otro, el apoyo que recibió desde el Ministerio de Exteriores una vez confirmadas las noticias sobre el holocausto desencadenado por el nazismo.

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