EL ESPÍRITU DEL PÁRAMO

La Vega, la Llanura y el Pantano son los puntos geográficos referencias de esta recreación literaria, en la que el autor eleva a territorio de mito y fantasía las tierras leonesas en las que nació, en 1942.
Aunque la obra lleva el subtítulo de relato, se trata en realidad de un conjunto de evocaciones líricas sobre lugares, personas y paisajes cuyos colores y perfiles están tamizados por la luz indirecta del recuerdo. No hay en estas páginas una primordial intención costumbrista, ni el deseo de reflejar de modo realista un entorno social definido. Al contrario, estos elementos, sin dejar de estar presentes, se reelaboran por vía de ficción literaria, dándoles una dimensión de símbolo y una perspectiva casi onírica que matiza su carácter sencillo y cotidiano.Los personajes principales están muy bien trazados, con dimensiones humanas, las descripciones son expresivas y el estilo es elegante y cuidado, sin pretender reflejar giros locales o usos rurales. Entre el humor, el ensueño, la nostalgia y a veces la amargura, la obra encierra notable belleza formal y aliento creativo pese a su reducida extensión.

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