EL JEFE DE LA MANADA

Nina y Milo, protagonistas de esta novela infantil de intriga, ambos de once años de edad, residen en la ciudad de Buenos Aires. Comparten sus juegos en el parque del barrio, donde se hacen amigos de un vagabundo rumano huido de su país durante la dictadura comunista,que vive en la calle con sus dos perros. La aparición en los alrededores del parque de un extraño joven vestido de negro y poco después el robo de una serie de perros y gatos en la misma zona, incluido uno de los del vagabundo, despierta el interés de los protagonistas y motiva la detención del vagabundo. La acción narra los esfuerzos de los niños por encontrar a los animales, que se sospecha que pueden estar siendo maltratados, y el modo en que Nina consigue tener su propio perro al recoger y salvar a uno que acaba de ser atropellado por un coche. La autora (Buenos Aires, 1960) acierta a integrar una trama de violencia y crueldad en un entorno familiar acogedor, en el que la figura del abuelo destaca por su calidez afectiva. La relación entre los dos primos se concibe en términos realistas, de cariño y discusiones a partes iguales y lo mismo sucede con la de los padres de Nina, agriadas por las ausencias del marido pero sin llegar a la ruptura. El estilo, suave y cadencioso, coloreado por abundantes localismos, cuyo sentido no es difícil de captar, atenúa eficazmente los detalles más violentos de una novela negra adaptada a los esquemas propios de la narrativa para niños.

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