EL SABOR PROHIBIDO DEL JENGIBRE

Primera novela del autor que narra la vida de Henry, un americano de origen chino residente en Seattle, viudo y con un hijo que está a punto de casarse. Casualmente se entera de que en el Hotel Panamá, situado en el barrio japonés de su ciudad, se guardan objetos de familias japonesas que tuvieron que huir tras el ataque de Pearl Harbour. Va allí en busca de recuerdos y rememora su adolescencia durante la Segunda Guerra Mundial, sus aventuras colegiales y su idilio frustrado con una joven americana de origen japonés. La oposición y los prejuicios de su padre hicieron imposible ese amor y ambos perdieron el contacto para siempre. Su hijo y su novia le ayudan y le ponen sobre la pista para reencontrarse con su amor de juventud.
El libro es un buen debut. La narración se desarrolla en estilo indirecto, a través de dos planos temporales bien conjugados y con una prosa directa, cargada de intensidad, que fluye naturalmente de principio a fin logrando enganchar al lector. El autor aborda un argumento bello e interesante con una realización impecable y un lenguaje elegante y preciso, mostrando unos personajes bien trazados, con sus aristas -virtudes y defectos-, en los que se destaca ante todo la fuerza de los sentimientos y la humanidad. Se afrontan temas de calado, como la inocencia del primer amor, los prejuicios raciales o los efectos colaterales de la guerra, con acertados apuntes descriptivos que logran una buena ambientación. La novela tiene un sabor agridulce y es un buen exponente del género romántico, con un tratamiento delicado del tema, sin sentimentalismo ni excesos de ningún tipo.

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