EL TRAFICANTE DE CÓMICS

Sandor, un adolescente de quince años, junto con sus tres mejores amigos, decide montar un negocio clandestino de tráfico de cómics, prohibidos en su país por considerarlos propaganda destructiva americana. La acción se sitúa en Budapest durante la primavera de mil novecientos ochenta y nueve, cuando Hungría está todavía sometida al régimen soviético, pero ya circulan de modo solapado ciertos aires de libertad. Los cuatro protagonistas, sin ser del todo conscientes de la realidad que les rodea, desde el asfixiante colegio en que estudian y recluidos en una especie de gueto, se refugian en la fantasía de los superhéroes de papel, porque en ese mundo se diferencian bien los buenos de los malos y las cosas van mejor que en su realidad cotidiana. Los excelentes personajes y la profundidad de una lectura, que retrata de modo sencillo y convincente el clima social de miedo y miseria, se combina con una historia profundamente humana, que no rehuye temas duros de tragedias y maltratos familiares, fruto de las condiciones de vida impuestas por los opresores. Lleno de ideales nobles, de códigos morales y de buenos sentimientos, la novela es esencialmente una búsqueda de la libertad, que utiliza la imaginación y los cómics como escape para sobrevivir y no perder la esperanza.

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