EL TRANSPORTE DE CUADROS

Jorge Cela (Madrid, 1932) periodista y escritor, recoge en estas páginas el acontecer cotidiano de su vida en 2015, al cumplir los 83 años de edad.
La obra está estructurada como una serie de relatos breves, de fondo autobiográfico, donde se entretejen recuerdos del pasado y anécdotas del presente, narrado todo ello de forma sincopada, sin dar muchas explicaciones al lector acerca de los hechos y personas a quienes se refiere. Viajes, encuentros familiares, anécdotas relativas a las dificultades de cargar en un coche una serie de cuadros para llevarlos a enmarcar, comentarios de actualidad piolítica y reflexiones sobre el paso del tiempo se funden para recrear como materia literaria una larga sucesión de varias décadas de historia personal. Entre el diario y la crónica, Jorge Cela observa la realidad que le rodea cuando ya se siente mero espectador de unos hechos en los que, por su condición de jubilado, solo puede participar de modo un tanto marginal. Sin embargo, esta circunstancia no le impide analizarlos con una ironía unas veces ácida y otras melancólica, pero inteligente y con frecuencia, divertida. En primera persona, a base de frases cortas casi siempre, se complace en las descripciones de paisajes, a las que dedica los párrafos más poéticos y delicados de toda la obra. El recuerdo de libros y autores le mueve a dedicar cálidos homenajes donde los sentimientos del crítico y el amigo se mantienen equilibrados y visitar países diferentes al propio, como es el caso de Irlanda, dan lugar a que muestre sus agudas dotes de observación. Lo vivido, lo pensado y lo imaginado forman el sustrato de lo escrito en estas páginas con el peculiar estilo del autor, contenido en la manifestación de emociones y reacio a entrar en detalles accesorios, pero a la vez expresivo y con un fóndo de cálidez afectiva.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa