LA ALDEA DE LOS MONSTRUOS

Al perseguir a una mariposa, el protagonista de este cuento se adentra en el bosque, cosa que sus padres le habían prohibido expresamente. Al llegar la noche, se encuentra perdido entre los árboles y no sabe volver a su casa. Después de mucho andar, descubre unas luces lejanas y al acercarse se encuentra en un pueblo muy pequeño de aspecto poco tranquilizador. Cuando se dispone a alejarse, un desconocido muy alto y fuerte se ofrece a ayudarle y cogido de su mano recorre el lugar hasta encontrar alguien que le indique la dirección hacia la que debe dirigirse para encontrar la salida del bosque. La obra narra un cuento de miedo planteado desde una perspectiva original. El misterioso guía del pequeño es uno de los monstruos que viven en la aldea, pero este lo trata como a un amigo y enternecido por esa confianza, lo defiende eficazmente de brujas, hombres lobos, ogros, vampiros y demás criaturas malvadas del mundo de la fantasía. Una mezcla de humor negro y ternura impregna las relaciones de estos dos personajes y de ellos con el resto, hasta concluir en un final feliz que no es un desenlace sino más bien una pausa que deja abierta la posibilidad de nuevos encuentros. Bien escrita y animada por personajes clásicos del género de terror que aquí apenas dan un poco de miedo, la obra logra, a base de imaginación narrar una historia que se lee con gusto y que destaca la importancia de saber cómo hacer amigos.

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