LA ÚLTIMA CANCIÓN

Novela sentimental que narra el reencuentro de la protagonista con su padre, después de tres años de distanciamiento tras la ruptura familiar. Con casi dieciocho años, ella y su hermano menor van a pasar las vacaciones de verano al pueblo costero donde nació y reside su padre. Al principio la hija muestra una conducta adolescente, agresiva y rencorosa, pero los acontecimientos la llevan, por una parte a enamorarse y, por otra, a conocer unas realidades dramáticas de índole familiar, todo lo cual produce en ella un proceso de madurez que le hace olvidar sus actitudes rebeldes.
Con su habitual estilo fácil, ameno y sin aspiraciones literarias, el autor trata el tema de las relaciones intergeneracionales desde una perspectiva de comprensión, afecto y perdón. La acción refleja el afán de diversión, el ansia de libertad y la intolerancia típicamente juveniles, ante las cuales los adultos deben actuar con generosidad y cariño, incluso, como aquí ocurre, hasta extremos heroicos, para encarnar de modo auténtico y ejemplar las virtudes que desean inculcar a los menores. El desarrollo argumental es ágil, ameno y relativamente variado, con alternancia de episodios dramáticos y sentimentales, próximos, sobre todo al final, al melodrama. Ante la perspectiva de una muerte cercana, el padre de la protagonista adopta una postura de aceptación que implica una vuelta a la fe religiosa cristiana, sin entrar en mayores precisiones confesionales, y, en general, en la conducta de los personajes se distingue con claridad la diferencia entre el bien y el mal.

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