LAS GUERRAS DE CUBA

El investigador suizo Andreas Stucki presenta en Las Guerras de Cuba una síntesis histórica de las luchas desencadenadas por los rebeldes cubanos contra la administración española durante la segunda mitad del siglo XIX.
La obra abarca los diversos aspectos del largo conflicto en el que a los problemas ideológicos y políticos se unieron los de índole social y económica, además de los derivados de las operaciones bélicas al mando de jefes y oficiales de los ejércitos de tierra y de la Armada. Los inicios de la Insurrección de Cuba se remontan a la llamada Guerras de los diez años (1868-1878) cuando los campesinos y esclavos de las provincias orientales desencadenaron los primeros ataques contra las zonas rurales y urbanas controladas por el gobierno español. La táctica de las guerrillas, con golpes de mano dirigidos contra los acuartelamientos de las fuerzas regulares, obligó a renovar las antiguas formas de combate basadas en grandes unidades desplegadas en campo abierto. Los esfuerzos de los militares por renovar las armas convencionales y medios de transporte, obligaba a incrementar los gastos que la precaria economía de la metrópoli apenas podía atender. Las Guerras Carlistas, las campañas de África, el exilio de Isabel II, la Iª República y el asesinato de Prim, crearon un estado de crisis permanente en la Península que impedía tomar decisiones coherentes para resolver el problema cubano. La acción de los generales Martínez Campos, Polavieja y finalmente Weyler, que se sucedieron en el mando a lo largo de los años siguientes, no lograron pacificar el territorio desde el punto de vista militar ni aplacar las pretensiones de los rebeldes, crecidos por la ayuda material y moral de los Estados Unidos. Andreas Stucki intenta sin conseguirlo, adoptar una actitud de imparcialidad, puesto que atribuye a los dos bandos los mismos defectos de crueldad y violencia sin resaltar los esfuerzos desde la metrópoli por llegar a un acuerdo negociado con el Ejército Liberador Cubano. No obstante reconoce la sectaria campaña internacional de la prensa americana al acusar a los españoles de genocidio contra el pueblo para ocultar sus propósitos de colonizar la isla al servicio de sus intereses estratégicos. Circunstancia confirmada tras la derrota española con el hundimiento de la flota al mando del Almirante Cervera (1898). La exposición, basada en fuentes documentales cubanas, españolas y norteamericanas, mantiene el tono de
sobriedad y rigor que corresponde a un trabajo destinado a un público de historiadores, políticos y militares.

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