MORTIMER. EL PLATILLO VOLANTE

Mortimer, a los ocho años, es un niño normal, a quien las gafas le dan un aire muy serio y que se caracteriza por una constante afición a investigar. En este primero de los cuentos que protagoniza aparece ensayando la construcción y funcionamiento de un arma antigravitatoria, cuando en el patio del colegio aterriza una nave extraterrestre cuyos tripulantes entran en el edifico, avanzan por los pasillos y se llevan con ellos a su platillo volante al profesor de Literatura. En medio de la consiguiente alarma, acentuada por la intervención del ejército, que consigue destruir el gimnasio sin tocar a los secuestradores, Mortimer consigue visualizar desde su ordenador, el interior de la nave y localizar al profesor. Lejos de estar asustado, este se encuentra muy feliz porque los alienígenas son mucho mejores alumnos que los terrestres y están encantados con su clase sobre Shakespeare. La obra, escrita en verso con rima ágil aunque no muy inspirada, narra una ventura divertida con un desenlace que culmina en final clásico inglés, al que el autor rinde homenaje. Las ilustraciones resultan muy bien ajustadas al contenido del cuento.

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