UNA VIDA SIN PRINCIPIOS

Prologado por Diego Mellado Gómez quien afirma que el libro, que recoge parte de los pensamientos de Henry David Thoreau (Concorde, Massachusetts, 1817-1862), es un canto a la utopía, al sol de la mañana, a la naturaleza en contraposición de las superficies y normas que la sociedad de las ciudades ha erigido y que desembocan en un sentimiento de vacío. Estos pensamientos exponen como, fuera del bosque donde se oye el trino de los pájaros, sumergidas las persona en los asuntos civiles, tras el manto del ruido y del trabajo, se la oculta la verdadera vida. Todo ello aparece vertido de una forma poética, elegante y exquisita, de gran valor literario. La lectura de estas páginas resulta amena. El influjo ideológico en que se mueve Thoreau es el del movimiento trascendentalista místico de la época, va en busca de la verdad en el espíritu, opuesta a todo materialismo y empirismo. El autor se sitúa así en una posición idealista, que lo separa de la realidad y le sumerge en un cierto clima escéptico y desesperanzado, al no encontrar el sentido de la vida en la sociedad que le rodea y de la que huye. Pero, haciendo abstracción de ello, muchos de sus pensamientos y opiniones de cariz crítico son profundos, interesantes y vigentes en la actualidad.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa