VELÁZQUEZ DESAPARECIDO

La periodista británica y crítica de arte Laura Cumming ofrece una peculiar obra que aúna aspectos biográficos y ensayísticos con el título de Velázquez desaparecido. En ella narra la historia de un retrato del pintor que adquirió un librero inglés llamado John Snare en la localidad inglesa de Reading en 1845 y del que se desconoce su paradero. Snare acudió a la subasta de un supuesto Van Dyck y compró un retrato de Carlos I de Inglaterra por ocho libras. Snare sospechaba que el cuadro no era de Van Dyck y, poco a poco, fue concluyendo que había salido de los pinceles de Diego Velázquez. La investigación emprendida por él constituyó una auténtica aventura, fue alabada por algunos pero Snare también tuvo que enfrentarse a serios problemas sobre todo cuando el experto Stirling Maxwell puso en duda el tema. Desde entonces sufrió varios pleitos e intentos de robo que le llevaron a huir de Inglaterra y abandonar a su familia para marchar a los Estados Unidos solo en compañía de su preciado lienzo. A comienzos del siglo XX se organizó una exposición en el Metropolitan de Nueva York en la que se mostraba el famoso retrato pero volvió a desaparecer y más tarde fue encontrado misteriosamente en Inglaterra. De nuevo se perdió el rastro de forma que actualmente no se sabe donde se encuentra y la autora sospecha que puede hallarse en España.
Cumming ha explorado a fondo la trayectoria de este librero y del cuadro velazqueño a modo de historia detectivesca ambientada en una época en la que solo los aristócratas y adinerados podían poseer obras de arte, por lo que el hecho de que un librero tuviera un Velázquez se consideraba casi imposible. Laura Cumming aprovecha estos hechos para describir abundantes datos estéticos y personales del pintor sevillano, sus cualidades como retratista o las características de su técnica pictórica con imágenes incluidas. El pintor es presentado como un gran humanista y Cumming llega a compararlo con Shakespeare. La narración, con buen estilo literario y ritmo trepidante, es el relato de un misterio artístico y también un homenaje al pintor. Su lectura resulta muy interesante.
Laura Cumming, es crítica de arte de The Observer.

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