EDUCAR A LOS HIJOS CON INTELIGENCIA EMOCIONAL

La necesidad de armonizar lo que se sabe y lo que se siente -inteligencia y emotividades prioritaria para lograr una personalidad humana equilibrada. Este largo y difícil proceso de autorrealización debe iniciarse desde el comienzo mismo de la infancia, y en él tienen importancia decisiva la actuación de los padres en casa y la de los educadores en el ámbito escolar. La autora, experta en formación del profesorado y en asesoramiento familiar, dedica este libro a la educación doméstica, tras haber publicado ya otro sobre la inteligencia emocional en el aula.
La obra tiene un claro y eficaz planteamiento didáctico y está escrita pensando en muy amplios y diversos tipos de lectores. La redacción a base de frases cortas, vocabulario sencillo, ejemplos prácticos tipográficamente subrayados y textos en recuadro que resumen los párrafos más significativos, tiende a facilitar la comprensión del contenido y la memorización de sus puntos básicos. El enfoque expositivo es realista y actual , desde una perspectiva educativa que rechaza tanto la permisividad como el autoritarismo. Señala, sin embargo, la responsabilidad paternal en la futura conducta adulta de los hijos y la consiguiente necesidad de prepararse para la tarea de formarlos en la adecuada gestión racional de sus emociones, aunque eso no signifique reprimirlas. La autorreflexión sobre la propia situación familiar y la idea de que educar a otros contribuye también al desarrollo y perfeccionamiento de quien ejerce tal función son otros aspectos interesantes y constructivos de este trabajo breve, bien orientado y apoyado en una aportación bibliográfica de notable extensión.

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