EL ASOMBROSO CHICO BRÓCOLI

Rory Rooney, el chico más bajito y enclenque de su clase, procura aliviar sus temores y solucionar sus problemas con ayuda de un libro (Para no asustarse hay que prepararse) en el que, por desgracia, no consigue encontrar la solución al acoso que sufre por parte de Komissky el Borde, un grandullón abusón que practica kickboxing. Y, justo cuando en el Reino Unido se ha declarado una epidemia de gripe gatuna (conocida vulgarmente como el “minino asesino”), resulta que Rory se vuelve de color verde brócoli. Trasladado a un hospital de Londres, lo encierran en una sala de aislamiento (la “pecera”) que ya está ocupada por otro caso de chico “verde”: y ese chico es Tommy-Lee, alias Komissky el Borde.
Entre prueba y prueba médica para averiguar las raíces del fenómeno, Rory y Tommy-Lee se convencen de que se han convertido en superhéroes y pasan las horas del día intentando descubrir cuáles son sus superpoderes, su misión y los nombres que más les convienen. Por las noches consiguen burlar la vigilancia del hospital y, además de protagonizar todo tipo de aventuras, conocen a Koko Kwok, otra niña igual de verde que ellos y extraordinariamente inteligente. Hasta que un día van perdiendo poco a poco su color, vuelven a ser normales y acaban convertidos en héroes, pero con unos superpoderes muy distintos de los que creían tener…
Las correrías nocturnas de los protagonistas dan lugar a todo tipo de situaciones divertidas y disparatadas. Como cuando entran por error en una discoteca donde se celebra una fiesta de enfermeras disfrazadas de diablesas, mininas, gallinas y monjas con minifalda. No obstante, la trama va decayendo ligeramente y el libro, algo reiterativo, se alarga demasiado teniendo en cuenta el público infantil al que está destinado. Algunos episodios y personajes (los padres, médicos, enfermera, científicos, el primer ministro, el príncipe…) contienen un leve matiz crítico no exento de ironía cuya percepción probablemente sólo está al alcance del lector adulto. Tal vez lo más interesante del libro sea el cambio que van experimentando los dos protagonistas principales y la relación entre ellos: Rory, con su sentido común, su serenidad y la ayuda de su libro, se acaba convirtiendo en el salvador de un Tommy-Lee que descubre que sus propios temores no se superan con la fuerza, sino con la amistad. El tema de la inclusión aparece implícito en la diversidad del color de piel “original” de los tres chicos.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa