EL LIBRO DE SYKEM

Sykem era la capital de un antiguo reino que había perdido su poder al fragmentarse en cuatro, tantos como ciudades importantes había en él. El rey de uno de estos reinos independientes ataca a los demás para hacerse con ellos, por la violencia o por acuerdos pactados, e imponer así su poder tiránico y lograr una nueva unificación, esta vez basada en el miedo. La obra, de ambientación medieval, narra la lucha de la princesa heredera de Sykem para recuperar el trono de su encarcelado padre. En esta tarea le ayuda un joven escribano, nada ducho en el arte de la guerra en principio, que quizá sea, sin embargo, el caballero sin nombre que las leyendas anunciaban como restaurador de la paz y del antiguo orden. Las aventuras del escribano y la princesa no son muy originales y el desarrollo argumental sigue esquemas ya muchas veces utilizados en este tipo de novelas de aventuras, donde la trama en el fondo simboliza la perpetua lucha entre el bien y el mal. Dentro de un curso bastante previsible, la acción es ágil y combina la intriga acerca de cuál será el desenlace de la batalla por Sykem con elementos de carácter sentimental procedentes de los cambios que experimenta la relación entre la princesa y el escribano. El estilo es el menos conseguido de los elementos formales, aunque el autor sea profesor de lengua y literatura. La construcción de las frases es muy rígida, el vocabulario carece de matices expresivos y lo reducido del léxico impone el abundante y reiterado uso de la misma palabra en casos donde hubiera sido fácil y necesaria la aportación de sinónimos o términos aproximados para hacer más rica y variada su lectura.

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