EL REY GATO DE LA HABANA

Tom Crosshill ha estado a punto de ganar varios premios literarios: el Nebula Award (tres veces) y el Latvian Annual Literature Award. En 2009 ganó el concurso Writers of the Future. En 2016 el premio a mejor autor otorgado por la European Science Fiction Society. Residió varios años en Estados Unidos (Oregón y Nueva York) y también en Cuba, por lo que habla español. En la actualidad, vive en Letonia, su país natal. Además de escribir, ha realizado diversas tareas: ha trabajado en un reactor nuclear, ha sido traductor y también ha estado en una mina de zinc. El Rey Gato de La Habana es su primera novela juvenil.
Cuenta un periodo de la vida de Rick, un chico de 16 años que vive en Nueva York, hijo de madre cubana y padre europeo. Se dedica a publicar en internet videos de gatos, muy visitados pero que le convierten en un friky. En unas clases de baile, para el que parece torpe, conoce a una chica de su edad que le atrae y con la que intenta entablar amistad. Con más o menos éxito la va tratando y al pasar ella por unas circunstancias familiares adversas, la invita a acompañarle a Cuba, a La Habana, donde vive la familia de su madre con intención de conocerlos y de aprender baile cubano in situ. La chica accede y se van a la Habana en plan de amigos.
La dura situación de familia rota y de padres sucesivos de la chica parece algo más o menos normal. Su mentalidad y las costumbres de la Cuba de Fidel Castro en un principio chocan, pero se adaptan en seguida. Es el modo que tiene el autor de contar su particular visión de Cuba que va desde la admiración por el modo de ser de los cubanos, hasta la crítica por la vigilancia del gobierno, la escasez…También refleja la diversidad de posturas dentro de las familias, a favor o en contra del régimen.
En todo caso los protagonistas viven aventuras variadas. Incurren en los tópicos del comportamiento habitual en jóvenes de su edad: bebida, relaciones sexuales que aparecen como algo más, sin mayor trascendencia. Los personajes no tienen profundidad, quizás porque está en principio dirigido a jóvenes, aunque sí buenos sentimientos. La narración es acompasada, aunque a veces se hace un poco lenta.

Carmen Trigo