EL TRONO CAÍDO

Un chico aparentemente normal es llevado al Continente, un mundo fuera de la tierra, para luchar por un mítico trono contra otros poderosos hijos de dioses. Así se inicia una historia de batallas, amor, traiciones, donde el protagonista descubre quién es y los poderes ocultos que posee.
La trama es muy compleja y difícil de seguir, con un amplísimo elenco de personajes de todo tipo: humanos, monstruos, híbridos, dioses, dragones, elfos, tantos que parece la síntesis de todos los seres que se hayan podido crear dentro de este género. Sobresalen en la novela el elemento imaginativo y la capacidad de la autora para hacer coherente una historia que, en el fondo, es de amor entre criaturas no humanas, con acciones paralelas, designios de dioses, profecías y unos protagonistas ambiguos, con el bien y el mal dentro de ellos, que hacen que el lector no tome partido por ninguno y camine perdido hasta un desenlace que tampoco es muy satisfactorio. Abundan las descripciones coloristas y expresivas de lugares y seres extraños, con adjetivación rica y comparaciones bien conseguidas, aunque contrastan de vez en cuando los términos demasiado coloquiales o vulgares que se deslizan en este estilo, cuidado en su conjunto. De forma aislada se reflejan situaciones, no descaradas, pero sí con una clara carga erótica. No es un relato que pueda resultar entretenido, a excepción de los muy amantes de una fantasía nada infantil.

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