MEMORIAS DE LA GUERRA DE UN CAPELLAN

William Corby, hijo de inmigrantes irlandeses a Estados Unidos, fue capellán católico de la Brigada Irlandesa en la Guerra de Secesión. Después de haberse ordenado sacerdote y de haber trabajado como párroco, se unió a la infantería de Nueva York de la que formaba parte la citada brigada. Sobrevivió a la guerra y aún fue vicepresidente y presidente de Notre Dame, la institución educativa en la que había estudiado. Su papel en los enfrentamientos fue inmortalizado con una escultura de Corby dando la absolución antes de la batalla de Gettysburg.
El presente libro de memorias, recientemente traducido, fue un éxito de ventas. En él cuenta con todo detalle la vida del campamento en momento de guerra, a través de los ojos de un capellán. Es decir, hace mención de los sucesos conocidos de la guerra, como batallas o acciones estratégicas, pero sobre todo las dificultades del día a día, el talante y el heroísmo de los soldados, el carácter de los generales, y el modo de atender espiritualmente a todos los combatientes. Tanto católicos como no católicos, de la Unión o confederados. El relato es muy detallado y recoge sucesivamente todos los años que estuvo prestando este servicio. Entre otras cosas, detalles de conjunto y personales, trato con familiares de soldados y asistencia espiritual a los que sufrieron algún castigo por la disciplina militar.
No fue el único capellán. Cuenta también lo que conoce y el carácter de otros capellanes que estuvieron con él o en otros momentos. Así como los mismos sucesos contados por otras personas con lo que quedan relatados al completo.
Toda la narración es muy positiva. Quizás resulte demasiado pormenorizada aunque será de gran interés para las personas que quieran conocer detalles de esta guerra. El estilo, sobre todo en los momentos en que toma carácter apologético de los católicos en Estados Unidos, puede resultar curioso para lectores del siglo XXI, más acostumbrados a narraciones rápidas, sobre todo en este tipo de memorias.

Carmen Trigo