MI PADRE QUIERE CASARSE CON TU MADRE

Anna y Cornelius son dos compañeros de clase, ambos hijos únicos de matrimonios divorciados. La relación entre ellos no es buena, debido a que ninguno de los dos está de acuerdo con que la madre de Anna se case con el padre de Cornelius. Poco a poco, sin embargo, dejan de pelear el uno con el otro para ponerse de acuerdo en planear y ejecutar un plan conjunto destinado a evitar la boda. La acción refleja con realismo la situación de inseguridad afectiva en que se encuentran ambos niños, ninguno de los cuales puede además recurrir al apoyo del otro progenitor. Anna sabe que su padre se ha desplazado a trabajar a un país lejano y Cornelius descubre que su madre, dedicada por entero a su profesión de fotógrafa de prensa realiza numerosos viajes y no puede ocuparse de atenderle. En esta situación ambos están tristes y dispuestos a todo para seguir conservando, cada uno de forma independiente, el único cariño con el que cuenta. La acción, técnicamente bien elaborada, pone de manifiesto los problemas que la ruptura de la familia ocasiona a todos sus miembros, adultos y menores, pero a pesar de todo, el divorcio se considera un derecho irrenunciable cuyas consecuencias es necesario sobrellevar. La obra, bien escrita, ofrece un ejemplo claramente negativo tanto en lo que al sentido de la familia se refiere como a normas morales de conducta.

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