MINICHUCHOS DEL POLO NORTE

Durante un invierno especialmente frio, un barco de carga queda atrapado en los hielos del Polo Norte y sus tripulantes se ven obligados a abandonarlo. El capitán y los tripulantes sacan la carga de la bodega, la transportan a la moto de nieve que formaba parte de la mercancía y se dirigen hacia tierra. El grumete insiste en que hay que salvar a los 66 perros carlinos que completaban el cargamento pero los demás no le hacen caso y lo abandonan a él junto con los mini chuchos y una caja que contenía dos mil jerseys. Los perros y el chico, envueltos en los jerseys, comienzan a andar por el agua helada pero como los cachorros caminan despacio, el grumete los deja en un determinado punto y corre en busca de ayuda. Cuando consigue alcanzar la costa, encuentra un poblado donde lo acoge una niña llamada Sika que vive con su madre y su abuelo. Juntos los dos deciden participar en una carrera de trineos tirada por perros que tiene como destino llegar al palacio de Papá Nieve, un personaje mítico que se supone que vive en el mismo Polo. A falta de los habituales huskis, suplen el pequeño tamaño de los carlinos con su elevado número y así comienzan una singular aventura. La historia se centra en el esfuerzo del protagonista para salvar a los perros y se refiere a su preocupación por ayudar a sus competidores en la gran carrera en la que participa y de su tenacidad para lograr los objetivos que se propone alcanzar. Bien escrita, su trama se configura como una fantasía de perfiles surrealistas, teñida de humor y muy original en la configuración de los episodios más imaginativos como el del bar dirigido por yetis. Cuando, acabada la carrera, regresan al poblado de Sika, acompañados por el propio Papá Nieve, encuentran al abuelo muy enfermo y la escena de su muerte se describe de una forma ajena a cualquier sentido de la trascendencia.

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