MISTERIO EN LA MINA

Una tradición perteneciente al folclore tradicional de Asturias, referida a la existencia de una criatura mítica con aspecto de reptil alado, llamado “el cuélebre”, sirve de base a este relato infantil de intriga, ambientado en la zona de la cuenca minera. Mientras sus padres se encuentran en Nepal por motivos de trabajo, el pequeño protagonista se traslada a casa de sus tíos, en un pueblo imaginario llamado Peñainfierno. Allí se encuentra con una niña de su edad, conocida de anteriores estancias en el pueblo, con la que se dedica a hacer excursiones por los alrededores. En una de ellas encuentran la entrada a una cueva en cuyo interior se adentran a bastante profundidad y donde encuentran restos de una piel de serpiente. A partir de ese momento, la acción se desenvuelve en un ambiente fantasmal que cobra caracteres irreales y legendarios, relacionados con los supuestos monstruos ocultos en las cuevas naturales que abundan en torno al pueblo y en túneles abandonados de las minas. El autor, profesor y educador ambiental, describe de forma expresiva los paisajes boscosos del interior montañoso de Asturias y logra crear una tensión argumental que mantiene la atención del lector hasta el desenlace. Sin embargo, el estilo resulta poco espontáneo al utilizar giros que, sin ser incorrectos, resultan ajenos al uso coloquial de las generaciones más jóvenes. Respecto al contenido, la existencia de seres mitológicos se mezcla con referencias cristianas de forma inadecuada, al aludir a las pinturas que reproducen a San Jorge luchando con el dragón de una manera que puede confundir al público al que la obra va dirigida.

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