NELE CELEBRA LA NAVIDAD

La primera gran nevada del año recuerda a Nele que las fiestas navideñas se acercan y es necesario adornar su casa, el castillo de Kuckuckstein, propiedad de su tía Adelaida. Durante esos días la familia se dedica a preparar estas celebraciones, cada miembro a su modo. El padre talla en madera figuras para montar el Nacimiento, la madre hornea galletas de canela en forma de estrella y la tía hace limpieza general previa a la colocación de adornos y guirnaldas. Mientras tanto Nele discurre sobre la necesidad de portarse bien para recibir los regalos que espera con tanta ilusión. Sin embargo, la noticia de que se va a cerrar, por falta de presupuesto, el centro de recogida de animales abandonados, le sugiere la idea de renunciar a ellos a cambio de entregar su precio en dinero a la directora de la institución. Al comentarlo con sus amigos, Lukas, Tana e incluso su menos amiga Josefine, deciden organizar en la plaza del mercado un espectáculo en el que intervengan sus mascotas, para recaudar fondos en mayor cantidad con este fin. La incansable y emprendedora protagonista vive con toda intensidad una serie de episodios bien concebidos y narrados con estilo sencillo y afable a lo largo de los cuales se pone de manifiesto el espíritu navideño, de alegría y generosidad, aunque no se hace ninguna mención expresa del origen religioso y cristiano de la Navidad.

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