PEPE PIENSA... ¡ES MÍO!

En el quinto episodio de sus aventuras, Pepe va a jugar a casa de Oscar, un compañero que tiene una estupenda colección de juguetes. El plan le apetece mucho pero pronto se da cuenta de que el otro niño disfruta enseñándolos y demostrando las muchas cosas que se pueden hacer con ellos pero a él no le deja ni tocarlos. En estas condiciones la tarde de sábado ya no le parece a Pepe tan divertida, hasta que la madre de Óscar les llama para merendar. Pepe coge un plátano y empieza a jugar con él, despertando la envidia del otro
niño, hasta que por fin este se da cuenta de que compartir es más divertido que jugar solo. La obra encierra un evidente propósito educativo, hábilmente expresado en una historia bien escrita y fácil de entender por parte del público al que va dirigida. El apéndice dedicado a reflexionar sobre lo leído facilita además su correcta asimilación y ayuda a reflexionar sobre la conducta de los dos niños. Las ilustraciones, por su expresividad gráfica, contribuyen a subrayar las ideas contenidas en el texto.

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