LA SUPERVIVIENTE

Byx es la última de su especie. Ella nació en una familia de dairnes, pero era distinta a todos los demás, pues era la más pequeña de los miembros de su familia e, incluso, de su manada. Byx tenía unas patas grandes que le hacían ser un poco torpe. De hecho, por culpa de estas diferencias, muchas veces no se sentía identificada con su propia especie.
Un día, los humanos invadieron los territorios de los dairnes y aniquilaron a toda la especie, excepto a Byx, que estaba distraída jugando en ese momento con las murciposas. Al volver y ver a toda su manada aniquilada, huye del lugar. Desde entonces, y a lo largo de su huida, irá conociendo a muchos y variados amigos que le harán vivir muchas aventuras y descubrir el sentido de la amistad.
La trama es amena en numerosos pasajes, y la narración en primera persona permite que te introduzcas en la historia de manera sencilla. El vocabulario es sencillo, excepto las palabras inventadas por la autora, que describen lugares y especies nuevas. La obra enseña valores como la amistad y el valor del sacrificio. Además, la autora incluye ciertos mensajes feministas que reivindican el papel de la mujer en las instituciones y en los trabajos que no son domésticos.

Silvia Almela