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A FONDO
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TROA
Lectura es Cultura; y Cultura es Libertad.
Un simple aforismo nos recuerda la importancia de la lectura,
imprescindible para adquirir aquellas destrezas que garantizan
una cierta autonomía personal y que resultan indispensables
para elaborar los propios esquemas de aprendizaje desde los
que afrontar no solo la interpretación de la realidad, sino
también el autoconocimiento:
“Más libros, más libres”.
Esta
breve y original fórmula es, pues, algo más que un simple
eslogan publicitario. Ya lo subrayaba Borges con toda nitidez:
"Ahora, como siempre, el inestable y precisioso mundo puede
perderse. Solo pueden salvarlo los libros, que son la mejor
memoria de nuestra especie". Y aun cuando no toda la cultura
está contenida en los libros, no cabe duda de que la lectura
puede servir para poner coto a esas actitudes más o menos
indolentesdemuchosadolescentesquebuscanrefugioenotras
formas de recepción de la información aparentemente más
sencillas que las quederivande una adecuada comprensióndel
lenguaje escrito: en el mensaje audiovisual, que suele entender-
se conmayor facilidad e implica un receptor más pasivo; y en el
soporte informático, que facilita un más rápido acceso a la
información-; lo que puede suponer -y de hecho supone- un
frenoa la imaginación, siempredespiertadeun lector.
Ysi hayun libroemblemáticoparaelmundode lacultura, esees
Don Quijote de la Mancha
, cuyo personaje central, hace de la
lucha por la libertad la razón de su existencia. Nadie, leyendo
atentamente la novela cervantina -quizá aprovechando el
cuatrocientos aniversario de la publicación de la Primera Parte-,
suscribiríaqueel comportamientodel hidalgomanchegoen las
múltiples aventura en que se ve inmerso a lo largo de la obra es
el de un loco ridículo; antes por el contrario, cualquier lector ve
en ese comportamiento el de un idealista cuya conducta se
mueve impulsadapor losmásnobles sentimientos: DonQuijote
cree en la utopía de un mundo mejor -pretende encarnar el
espíritude lacaballeríaandanteenuna sociedaden laqueyano
tienencabida los caballerosandantes-.Y, por ello, su locuraes, en
sí misma, una manifestación de la grandeza de su espíritu: Don
Quijote representa la luchapor la justicia, por losderechosde los
oprimidos frente al poderoso opresor, por la honra y el honor,
por la libertad...; en definitiva, por la grandeza espiritual de las
personas.
Leamos, pues; precisamente porque, como nos recuerdaTeren-
cio, "Hombre soy, y nada de lo humanome es extraño". E invite-
mosanuestrosmáscercanosaque leanporelpuroplacerespiri-
tual de leer. Es imprescindible que vayamos desarrollando esa
conciencia de lector
que, estimulando nuestros gustos perso-
nales,habrádellevarnos,porpropiainiciativa, aentrarencontac-
toconlosmejoresmaestrosde la lectura: los
buenoslibros
, esos
que habránde acompañarnos a lo largode nuestroperiplo vital
como garantes de nuestra libertad; de manera que siempre
podamos hacer nuestras las palabras de Borges: "No sé si hay
otra vida; si hay otra, deseo que me esperen en su recinto los
libros que he leído bajo la luna con las mimas cubiertas y las
mismas ilustraciones, quizá con lasmismas erratas, y los queme
depara aúnel futuro".
Epílogogrotesco.
Y si la lectura es tan importantes para el desarrollo armónico de
laspersonas -segúnpuede inferirsede loanteriormenteexpues-
to y argumentado-, ¿por qué está escandalosamente relegada
en el sistema educativo y en la sociedad actual? Ignoramos la
respuesta. Quien la encuentre, que la comparta con nosotros.
Nos encontrará enel aula, batallandopor dignificar la calidadde
la educación. Mientras tanto, procuremos todos esforzarnos por
que la lectura recupere el lugar de privilegio que nunca debió
haberperdido. Elprogresotecnológicoestáexigiendolacompa-
ñía de las Humanidades para avanzar sin perder el referente
ético-moral. Y en este campo, la lectura es fundamental. Y si en
algún momento nos invade el pesimismo, si pensamos que
podemos desfallecer, recordemos, como estímulo, las palabras
de nuestro inmortal Caballero: "-¿Qué te parece desto, Sancho?
-dijodonQuijote-. ¿Hay encantos que valgan contra la verdade-
ra valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura,
peroel esfuerzoy el ánimo, será imposible".