Selección Literaria Nº64 - page 46

A todos los padres nos
gustaría que nuestros hijos no
nos dieran problemas y fueran
buenos estudiantes, también nos
gustaría que hubiera una receta
mágica para conseguirlo. Pero,
gracias a Dios, no es así; si lo
fuera, desnaturalizaríamos a
nuestros hijos, los haríamos a
nuestro gusto.
Todos tenemos la
experiencia de que cuando
estamos contentos nos cuesta
menos ponernos a trabajar, ya
sea profesionalmente o en casa,
parece que todo es más fácil; en
cambio cuando estamos
enfadados o de mal humor, todo
nos cuesta más, aunque sea una
simple tarea como hacer la cama.
Esto no solo nos ocurre a las
personas mayores, a los niños
también. Cuando un niño está
contento se porta mejor que si
está enfadado o intranquilo por
algo, en este caso le suele costar
más concentrarse en lo que hace
o se porta mal porque busca
llamar la atención, lo que busca
es que alguien le dé la tranquili-
dad que necesita. Más de una vez
he oído el comentario entre
profesores de la
diferencia que hay
en clase entre los
niños que viven en
un buen ambiente
y están confiados,
y los que tienen un clima de
crispación en su casa. Todos
necesitamos un bienestar
afectivo, pero los niños más
porque se están formando y es lo
que más les ayudará a madurar.
Los adultos somos los
responsables de procurar ese
bienestar afectivo tan necesario a
los niños. Para conseguirlo no se
trata de llenarlos de mimos y
caprichos, si no de tratar a todas
las personas que conviven con
nosotros (ya sean mayores o
pequeñas) pensando en lo mejor
para ellos, entonces es cuando
somos verdaderos amantes. Si
todos procuramos comportarnos
así, también recibiremos el
mismo trato de los
demás, seremos
amados, y nuestros
hijos aprenderán
también, se irán
empapando de
gestos de buena educación, buen
humor, alegría, paciencia,
tolerancia, etc., tendrán un
ambiente adecuado para
madurar. El lugar natural donde
se adquiere este bienestar
afectivo es la familia.
La teoría parece muy
fácil y bonita, pero hay épocas
difíciles donde parece que se nos
van de las manos. En estos
momentos conviene no desfalle-
cer, los padres somos como faros
costeros: si procuramos
amarnos, emitiremos luz; cuanto
más nos amemos, más luz
emitiremos y ellos nos verán,
sabrán que estamos allí. Los
faros siempre están emitiendo
señales, tanto si pasan barcos
como si no; y los barcos a veces
(cuando el mar está tranquilo)
pasan sin prestar atención al
faro, pero si el mar se encrespa,
buscan la luz del faro para llegar
a buen puerto. También hay
temporadas que parece que
nuestros hijos no nos tienen en
cuenta, pero ellos saben que
estamos allí y les da mucha
tranquilidad, aunque no lo
manifiesten. No debemos dejar
de emitir luz, siempre hay que
procurar ese buen ambiente que
les va alimentando y que tendrán
de referencia.
"El ocio con ingenio se
convierte en productivo y
creativo porque estamos
pensando en los demás."
+ AFECTIVIDAD = - PROBLEMAS EDUCATIVOS
Barbara Sotomayor
Directora de Familiaeco3.com
blog.familiaeco3.com
EN BUSCA DE LA EXCELENCIA
Julio Gallego Codes
PORQUE TE QUIERO, TE EDUCO
Jesús García
EL ARTE DE ESTUDIAR
EN CASA
Julio Gallego Codes
Itinerario, exigente y asequible, dirigido a familias
y centros educativos para que consigan la
excelencia de sus hijos y alumnos, sacando el
máximo partido a los recursos disponibles. Las
familias han de ser hogares estables y agradables
en los que se fomenten valores y procuren la
mejor educación afectiva. Los docentes, por otra
parte, deberán enfocar su actividad en el compro-
miso por el trabajo bien hecho y en tratar de
obtener lo mejor del alumno.
Educar se define en la obra como el proceso de transfor-
mar individuos en personas a través del descubrimiento,
paso a paso, de la propia identidad al tiempo que toman
conciencia de necesitar a los demás para llegar al
conocimiento completo de sí mismo. El autor propone un
método educativo basado en el encuentro personal entre
padres e hijos, profesores y alumnos, que permita el
enriquecimiento recíproco a través de una relación
directa frente al individualismo egoísta que predomina
hoy en las sociedades occidentales.
Hacer del estudio un espacio de
felicidad donde crecer como persona,
es el propósito de este libro. Conse-
guir que el tiempo dedicado al
estudio en casa se aproveche con
éxito y con independencia, que los
hijos aprendan a estudiar por sí
mismos y con alto rendimiento;
convertir las tardes de estudio en una
aventura de crecimiento personal y
esfuerzo inteligente lleno de alegría.
Teconté | 19,00 €
Palabra | 17,90
Ciudad Nueva | 15,00 €
SL
FAMILIA
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TROA
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