A PASO DE CANGREJO

La obra recrea un hecho real ocurrido el 30 de enero de 1945, fecha en que fue torpedeado y hundido, por un submarino de la URSS, un barco mercante en el que fugitivos del nordeste de Alemania trataban de llegar al Oeste para escapar del ejército soviético. Aunque el balance de víctimas fue superior al del naufragio del trasatlántico Titanic, este suceso fue silenciado por razones políticas durante muchos años.
El autor diluye la dramática realidad de aquel acto de guerra en una reconstrucción de época referida a todo el período nazi, y la prolonga hasta el presente al enlazarla con la resurrección de grupos neonazis. La acción transita desde un pasado más lejano a otro más próximo y de ahí al momento actual, de modo un tanto desordenado y confuso, que deja estrecho margen al testimonio histórico fehaciente. A través de vaguedades, contradicciones, paradojas y recursos narrativos de todo tipo, un ataque militar contra civiles que debería achacarse a falta de humanidad de la marina soviética acaba por convertirse en una acusación contra los jóvenes extremistas y violentos de hoy. La obra, escrita con prosa escueta y árida, no pretende destapar oscuros escándalos del pasado, sino instrumentalizarlos en función de posiciones ideológicas previas, gracias a las oportunas indefiniciones a las que las formas narrativas literarias se prestan. Su lectura, poco amena, encierra un interés relativo, vinculado más a la figura de quien escribe que a la importancia objetiva del texto.

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