ADIÓS FANTASMAS

Adiós fantasmas es la segunda novela de Nadia Terranova (Mesina, Sicilia, 1978). Ida Ladiquara, protagonista y narradora en primera persona, es una siciliana de treinta y seis años que escribe historias radiofónicas y vive en Roma con su marido, una relación con ciertas dificultades de índole sexual que intentan resolver de diferentes modos pues se quieren. Su madre, Sara, que trabaja en un museo, le pide que se traslade temporalmente a la casa familiar de Mesina para ayudarle a organizar los muebles y venderla. En la vida de Ida hay un trauma no resuelto que es la desaparición de su padre, Sebastiano, un hombre deprimido al que ella cuidaba y que un día se marchó sin dejar rastro cuando ella tenía trece años. Mientras Sara lo ha asumido bastante fríamente Ida no logra olvidarlo y la vuelta al hogar le hace revivir aquel dolor y parece atisbar su presencia en todas partes. La relación con su madre es tensa y llena de discusiones pero, poco a poco, se va suavizando. Ella no quiere quedarse con ningún objeto, tan solo una caja roja en la que guarda la pipa con el tabaco de su padre. Un día queda con su gran amiga de la adolescencia que muestra gran hostilidad y le cuenta su tragedia: tras practicarse un aborto sufrió un cáncer que le provocó la imposibilidad de tener hijos y, sin más explicaciones, da por terminada su amistad. Ida charla frecuentemente con Niko, un chico que está arreglando el tejado quien le confía un conflicto amoroso y, cuando a los pocos días, aparece muerto, todo apunta a que se trata de un suicidio. Todos estos sucesos le hacen reflexionar y, lentamente, le llevan a plantearse la existencia de otra forma, a decir adiós a sus fantasmas vitales y a afrontar su vida matrimonial de un modo más positivo. Nadia Terranova construye una obra de arte literaria con una temática nostálgica y más bien triste, dibujada con sutileza psicológica e intensa profundidad de sentimientos. Novela de gran belleza formal que muestra con acierto las heridas de la vida como la pérdida, la culpa, la ausencia, la pérdida de la inocencia y la complejidad del amor tanto familiar como romántico, todo a través de una exquisita prosa que en algunos momentos puede recordar a Natalia Gimburg. Al fondo, el paisaje siciliano acompaña la narración como un personaje más al igual que los objetos materiales a los que su autora presta un importante valor simbólico. Adiós fantasmas ha sido finalista del Premio Strega 2019 y ganadora del premio Alassio Centrolobri, Subiaco Cittá del Libro y Martolio. TROA.

TROA