¿ADÓNDE VAMOS, PAPÁ?

El autor explica que tuvo dos hijos que nacieron con graves deficiencias psíquicas y físicas. Ahora, cuando uno ya ha muerto, escribe este testimonio personal como un regalo para ambos. En él refleja, en capítulos muy breves y con estilo escueto, marcadamente impresionista, lo que significa ser padre, por dos veces sucesivas, de niños con discapacidades profundas. La obra, bien escrita, es muy realista en lo que se refiere al sufrimiento de ver crecer a dos seres distintos a los demás, de apreciar sus continuas carencias y de sentir cómo nunca los padres gozarán de la alegría de las buenas notas, de los éxitos profesionales, de la llegada de los nietos, etc. También impacta la lucidez con que retrata la incomprensión, la burla, el rechazo o la lástima que manifiestan aquellos a quienes no les ha ocurrido nada semejante. Para evitar apelaciones emotivas, Fournier se refugia en un humor a veces tierno, pero casi siempre amargo y triste, y para no hacerse falsas ilusiones acaba por caer en la desesperanza. Su mensaje no animará a quienes tengan que hacer frente a situaciones como la suya. Sin embargo, la desnudez cruda de su humor negro puede ser útil para que los demás entiendan cómo pueden apoyar, de modo efectivo y sin compasión humillante, a personas de su entorno con hijos ante los cuales se sientan, como él, en un callejón sin salida.
Jean-Louis Fournier (Arrás, 1938) es un escritor francés de narrativa y ensayo, guionista y realizador de televisión, caracterizado por su afilado tono humorístico. Con esta obra autobiográfica ganó en 2008 el Premio Fémina.

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