AL CERRAR LA PUERTA

La escritora británica B. A. Paris (n.1958) narra en su primera novela titulada Al Cerrar la puerta, el drama del brillante abogado Jack Angel y Grace, con la que se ha casado hace poco, considerados entre el grupo de amigos y colegas como “el matrimonio perfecto”. El marido, joven, apuesto, amable y de trato exquisito, figura entre los profesionales más destacados de Londres. Grace, atractiva y próspera empresaria, dedica parte de sus horas libres al cuidado de Millie, su hermana menor afectada por el síndrome de Down, a la que se dispone a recibir en su nuevo hogar.
Las veladas en la mansión recién estrenada alcanzan también el calificado de perfectas. Los comensales alaban el buen gusto de la vajilla y la calidad del menú, cuidado hasta los menores detalles, desde los aperitivos a los postres, incluyendo toda clase de bebidas. Sin embargo, una vez más, las apariencias engañan. Tan pronto los invitados abandonan la casa, Jack muestra su verdadera faz y abandona el papel de marido pendiente de su mujer para convertirse en el maníaco perverso que empezó a maltratarla física y psicológicamente desde el momento posterior a la ceremonia nupcial. Bajo la amenaza de torturar y asesinar a Millie, Grace fracasa en sus repetidos intentos de escapar al férreo control de un marido cuya perfección solo se manifiesta a la hora de convertir en un infierno la vida de su mujer. Cuando Jack se decide a poner en práctica su intención de asesinar a la hermana, que está punto de irse a vivir con ellos, para evitar que perciba la realidad de lo que ocurre en aquella casa, Grace se propone acabar con la vida de Jack y traza un detallado programa para lograr sus fines de modo que no despierte las sospechas de la policía. Debido a la estrecha vigilancia a la que se ve sometida, día y noche, las probabilidades de éxito son escasas. El temor a un fracaso de consecuencias imprevisibles no impide que se disponga a cumplir su propósito en las tensas escenas finales, aun a sabiendas de las fatales consecuencias que se derivarían de sus actos. B.A. Paris muestra un notable dominio de la prosa en las descripciones del ambiente de odio que envuelve a los protagonistas, enfrentados en una lucha sin cuartel que solo puede terminar, como así acaba por suceder, con la muerte de uno de los dos contendientes.

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