ASESINATO EN LA PLANTA 31

Per Wahlöö en Asesinato en la planta 31, novela publicada en 1964, sitúa la acción en un futuro y un país no determinados que, podría referirse a finales del siglo XX y a una populosa ciudad de Suecia. Per Wahlöö(Gotemburgo,1926-Estocolmo,1975)logró durante los años sesenta un notable éxito comercial, junto a su esposa Maj Sjöwall(Estocolmo,1935)con la serie policíaca protagonizada por el comisario Martin Beck.
El relato se inicia con la amenaza de bomba que afectaría a uno de los edificios más elevados de la ciudad, donde se alojan las oficinas del grupo editorial de mayor influencia en el país. Sus directivos entregan a la policía una carta anónima en la que se anuncia la explosión para las dos horas del mediodía, en pleno horario laboral. El comisario Jensen recibe el encargo de tomar las medidas adecuadas para evitar una masacre, ya sea desactivando la bomba o desalojando a los miles de empleados que se encuentran trabajando en las dependencias susceptibles de quedar destruidas. Concluido el plazo sin que se lleve a cabo la amenaza, Jensen deberá identificar al remitente de la nota al que se considera responsable de los perjuicios ocasionados a la empresa. Las investigaciones del policía descubren una conjura organizada desde el Estado en la que participan los sindicatos y los empresarios para monopolizar e intervenir los medios de prensa y crear así un pensamiento único. El autor convierte la trama policiaca en un declarado ataque al capitalismo desde posiciones doctrinales próximas al socialismo, con referencia expresa al pensamiento de Marx. Las situaciones expuestas, ya superadas en la realidad por el paso del tiempo, carecen actualmente de beligerancia y muestran la falsedad de las profecías catastrofistas elaboradas por el `pensamiento marxista en el siglo pasado. El estilo narrativo, centrado en las referencias de carácter ideológico y político, no logra presentar de modo convincente la trama policiaca, relegada a un plano secundario.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa