BEATRIZ Y VIRGILIO

Henry ha tenido fama con una de sus novelas. La que ha escrito ahora es doble: ensayo y novela sobre el Holocausto, con otro enfoque distinto a los habituales, pero sus editores se lo rechazan. Se cambia de ciudad y recibe una petición de un lector, un anciano taxidermista que ha escrito una obra de teatro simbólica, con Beatriz y Virgilio, una burra y un mono, como protagonistas. El final de la obra es impredecible y ese es su mayor logro. La narración de una humillación y tortura corporal resulta desagradable y rompe el clima de serenidad reinante. Lo que era algo inofensivo y un canto a la amistad, al comercio justo, a la naturaleza, al trabajo de taxidermista, se convierte en algo cruel. La novela tiene mucho de metaliteratura y se centra en mostrar una acción moral.

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