BUENA SUERTE

A Margot Martini, columnista en la sección de cultura en un periódico local de Génova, la vida no le está regalando el mejor de sus momentos. A sus treinta y ocho años, con un gato enfermo, un novio egocéntrico y estrambótico, y una profesión más bien precaria no parece que las emociones fuertes encuentren hueco en un horario al ritmo de los imaginativos encargos de su jefa. Es con la intención de cumplir uno de ellos que Margot entra en un pequeño despacho de loterías gestionado por Caterina, una encantadora octogenaria viuda, sin más familia que sus dos gatos y sin más trato que el que mantiene con sus clientes. Unos días después de conocerla tendrá noticia de que la anciana ha sido agredida por un supuesto atracador y que se encuentra ingresada en un hospital de Génova. Ante el desvalimiento de Caterina, Margot decide ayudarla, entablándose entre ambas mujeres una sincera amistad de entendimiento mutuo. Sin embargo, lo que parecía un incidente sin mayores consecuencias, derivará en un feo asunto de estafa y usura por el que Caterina podría verse entre rejas, quedándose sin su negocio de loterías y con la reputación por los suelos.
La novela se mueve superficialmente entre varios géneros sin decantarse por ninguno dando la sensación de estar en presencia de una historia que parece estar escrita a saltos. Con un lenguaje ligero, frívolo, y en ocasiones irónico, intenta dar un toque humorístico al personaje de Margot que se debate entre ser la heroína de causas justas y una vida personal patética. Será Caterina la que cargue con el papel más sentimental y tierno de la historia.
Una novela entretenida sin mayores pretensiones que hacer pasar un rato agradable.

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