CADA PALABRA ES UNA SEMILLA

La obra reúne cinco breves ensayos en los que la autora parte de experiencias autobiográficas para reflexionar sobre el sentido de la vida, la búsqueda de sus valores esenciales, el valor de la verdad y la belleza, como categorías fundamentales de la existencia y la armonía que reina en la naturaleza.
Salvo el primero de ellos, fechado en 1992, los demás títulos aquí incluidos carecen de datación cronológica. Sin embargo, todos presentan singulares características de forma y de fondo temático, muy en consonancia con el resto de la producción de la autora. La necesidad del silencio para la maduración interior y, a la vez, la imprescindible observación del entorno para entender el significado del ser humano, el misterio del dolor y la sed de paz, inspiran el conjunto de pensamientos encerrados en estas páginas, expresados a través de un estilo sencillo y poético que revela intensa elaboración para llegar a una significación muy precisa y concreta. De acuerdo con la frase que da título al volumen y a uno de los trabajos que contiene, lo que de él se desprende es el propósito de sembrar en el lector semillas de inquietud, de inconformismo e insatisfacción ante las meras certezas cotidianas de carácter material. Lo que ocurre es que no siempre en la propia obra se encuentran respuestas a los interrogantes que ella suscita, o, si las hay, son demasiado subjetivas para acomodarse a criterios de validez general; y en alguna ocasión se apoya en impulsos emocionales antes que en la razón al tratar cuestiones religiosas.

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