CHUF-CHUF

Chuf-Chuf era un trenecito que hacía siempre el mismo trayecto, en el que tenía que atravesar día tras día un paisaje desértico. Una tarde, harto de piedras y baches, se sale de la vía y recorre libremente prados, montañas, bosques y llanuras hasta llegar al mar. Al cabo del tiempo, sin embargo, echa de menos a sus amigos de la estación y decide volver, renunciando a la alegría de descubrir nuevas tierras. Entonces, al regresar, se encuentra con una grata sorpresa que sus antiguas amistades le han preparado. La obra tiene un texto sencillo y ameno, pero destaca sobre todo por la calidad de las ilustraciones de Philip Stanton, llenas de colorido y muy adecuadas para ser observadas por la cantidad de imágenes detalladas que encierran.

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