COMO HABLAR PARA QUE SUS HIJOS LE ESCUCHEN Y COMO ESCUCHAR PARA QUE SUS HIJOS LE HABLEN

Aunque en la intención de las autoras, profesionales de la orientación familiar, no estaba escribir un libro de "recetas" educativas, puesto que confiaban en la capacidad de cada padre para diseñar el proyecto educativo para sus hijos, han caído finalmente en esa tentación.
El libro es de agradable lectura, asequible a un público general, y tiene un claro tinte de pragmatismo americano. Con independencia de que en educación no se puede tirar de recetas, la obra resulta pobre de contenido. Los casos que se presentan son flojos y no ayudan a plantearse de fondo la educación con una visión antropológica certera; orientan a una serie de comportamientos de convivencia adecuados y a que en las familias haya una convivencia pacífica, pero nada más. El método recuerda al conductista, basado en el estímulo-respuesta, sin considerar la libertad y la capacidad de los niños para romper moldes y sorprender.

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