CÓMO SER UNA MAMÁ CRUASÁN

El libro es una traducción del best seller mundial, Bringing Up Bébé, donde la autora, Pamela Duckerman, narra en primera persona, como observando a las familias francesas, se da cuenta de que hay algo especial y diferente en la forma de educar a los hijos.
Esta periodista americana afincada en París, decide profundizar sobre una nueva forma de educar que no había visto al otro lado del Atlántico. Durante varios años, comienza su investigación sobre el tipo de crianza en Francia, compaginándolo con su papel de madre de tres hijos. Con ayuda de sus amigas francesas, también madres de familia, las maestras de escuela y las aportaciones teóricas de psicólogos como Piaget, Caroline Thompson, psicóloga de familia, Yale Paul Bloom, Daniel Marcelli, psiquiatra, entre otros, y sobre todo el gurú de la pediatría Françoise Dolto, nos da las claves para educar de forma mas eficaz.
Los niños franceses; comen de todo, no tiran la comida al suelo, duermen desde los cuatro meses toda la noche, no pican entre horas, suelen entretenerse solos y no buscan constantemente las alabanzas de los padres, ni interrumpen constantemente las conversaciones de los adultos. Son niños muy seguros y aprenden muy pronto a razonar y hablar con elocuencia.
Los padres franceses, utilizan la Pausa para enseñar a esperar a los niños, no prestan excesiva atención a la crianza de los hijos, lo que provocaría la “infantarquía” o sobreprotección típica de los padres americanos. Educan a los hijos dentro de unos límites claros e inamovibles, enseñándoles a gestionar la frustración. Fuera de ese cadré o marco son padres flexibles, permiten que los hijos se construyan a sí mismos favoreciendo la autonomía. En Francia, no existe la comida infantil, los niños comen de todo porque de bebés aprenden a probar de todo.
Parten de la premisa de que los niños son seres racionales y poseen un sentido moral de las cosas. Por ello, los tratan como adultos en muchos aspectos, no están continuamente alabando las proezas de los hijos.
En lo que se refiera a la autoridad de los padres, esta es más razonable, son estrictos en pocas cosas, pero es una autoridad convincente, serena y natural. Tampoco se cuestiona la autoridad del profesor.
Lo más interesante es que todo esto, es que los padres franceses hablan de la educación de sus hijos de forma muy natural, no utilizan manuales, solo el sentido común… La autora, llama la atención de cómo los padres franceses tienen tiempo para ellos solos, y la importancia que le dan a la relación matrimonial.
Cómo ser una mamá cruasán, es un libro de vivencias personales, lleno de anécdotas muy divertidas. El libro, escrito con mucho humor, es muy entretenido y ameno, aunque puede resultar algo irritante las continuas comparaciones entre el modo de educar en Francia y el resto de Europa o América.
La publicación del libro, ha provocado mucho interés en el mundo anglosajón y actualmente continúa siendo noticia en los medios de comunicación europeos y estadounidenses.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa