COMO UN GALGO

Mary, va cada día al hospital a visitar a su abuela que está a punto de morir. En ese momento de incertidumbre y tristeza irrumpe en escena el amable fantasma de su bisabuela, que necesita la ayuda de Mary para facilitar a su hija anciana el paso definitivo. Con esta sencilla y original idea, la autora construye una entrañable historia familiar de cuatro generaciones de mujeres, que van desde un fantasma centenario hasta una niña de doce años. Ambientada en Dublín y escrita con estilo sencillo y directo, el relato se adentra en los grandes temas de la vida de una forma algo desenfada y cargada de humor sutil. El amor, los lazos madres-hijas, la familia y la muerte, que curiosamente se aborda sin dramatismo ni tintes trágicos, le dan un aire natural y positivo, en contraste con un escenario inevitablemente triste. La trama, de cierta complejidad, salta en el tiempo siguiendo la vida de los cuatro personajes, para mostrar una visión global del hilo familiar de estas mujeres. La genial intervención del fantasma aporta un tono simpático y hasta conmovedor, desprovisto de elementos excesivamente sentimentales, donde se apela al realismo ante el final de la vida. Las referencias a la trascendencia son claras, aunque el más allá es algo bueno pero queda sin definir.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa