CORAZÓN BLANCO, CORAZÓN NEGRO

En 1847 la señorita Becky, una niña de doce años hija de los dueños de una plantación en Mississippi, muere enferma de cólera el mismo día que nace la hija de una pareja de esclavos. Cumpliendo el deseo de la trastornada Amanda Satterfield, dueña de la plantación, el bebé es quitado a su madre, se le impone el nombre de Granada, y es llevado a la mansión donde será criada por los sirvientes de la casa y adornada con los vestidos de Becki para complacer los caprichos de la señora. Cuando Granada alcanza los doce años en la plantación se suceden una serie de epidemias que diezman la población de esclavos. El señor Satterfield se desplaza entonces al norte y compra a Polly Shine, una vieja esclava indioafricana con fama de curandera y comadrona. El trabajo de Polly conllevará una serie de exigencias: tendrá una casa-hospital separada del resto de la población negra y Granada tendrá que vivir y ejercer de aprendiz con ella.
En esta novela el autor no logra dar madurez a los personajes, son ambiguos y con evoluciones discontinuas. El marco histórico solo se nombra ligeramente por lo que no consigue apoyar el comportamiento de algunos personajes, ni dar consistencia a los hechos que se narran. Las referencias religiosas se mezclan con la sumisión, la superstición, visiones y el mundo de los espíritus de una forma confusa. La idea de Dios creador es identificado como el río de la vida que solo puede venir de la mujer (el "útero de Dios"). Se ensalza la maternidad de la mujer como origen y fin de todo.

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