COSAS POR LAS QUE LLORAR CIEN VECES

Esta novela sentimental cuenta la vida de un joven japonés que trabaja en un taller, vive con sus padres y tiene una moto y una perrita muy cariñosa, que cae enferma pero logra recuperarse. Él y su novia deciden vivir juntos antes de casarse, para probar su compatibilidad y convivencia. Todo marcha bien hasta que a ella le diagnostican un cáncer y, a pesar de todos los tratamientos, fallece. Durante ese tiempo él se prodiga en atenciones y cariño
Llaman la atención la simplicidad del argumento -totalmente previsible- y la sencillez en el modo de narrarlo. La historia la relata en primera persona el protagonista, que se detiene en descripciones de acciones menudas y cotidianas, por lo que a veces su lectura resulta demasiado simple. De todas formas, el libro está correctamente escrito, a base de frases cortas, con un lenguaje claro y nítido y una estructura bien construida. Hay alguna licencia literaria que quizá haya perdido fuerza al traducirse del idioma original. Se echa de menos un poco más de intriga que logre enganchar al lector, ya que el tema tratado es dramático y se le podría haber sacado más partido. El tono general es positivo, los personajes son buenas personas y la experiencia prematrimonial se narra con respeto y delicadeza.

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