COSAS QUE BRILLAN CUANDO ESTÁN ROTAS

Nuria Labari, Santander 1979, obtuvo el VII Premio de Narrativa de Caja de Madrid con Los borrachos de mi vida, su primer libro publicado. Licenciada en Ciencias Políticas por la universidad del País Vasco y en Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset, ha sabido compaginar escritura y periodismo al que se dedica actualmente como directora de estrategia digital en Megamedia.
Considerada como novela revelación del año, Cosas que brillan cuando están rotas se desarrolla en torno a los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, el peor ataque sufrido en toda la historia de la ciudad. Un atentado que tuvo lugar unos días previos a las elecciones generales en España y que cambiarían el color político del país. Eva Martínez es redactora de uno de los periódicos de tirada nacional y ha de cubrir la noticia desplazándose inmediatamente a los lugares clave. Madre de una adolescente de diecisiete años y esposa de un ejecutivo, su nivel de vida es alto y sus necesidades están aparentemente cubiertas, pero algo esencial parece que se ha roto entre ellos. La rutina, la falta de comunicación o el apego al propio trabajo han hecho de ellos unos extraños compartiendo la misma casa. Intentando buscar una solución a lo que no saben poner nombre, su marido decide irse unos días a Berlín con su hija esperando conocer mejor a la joven y dar una especie de ultimátum a su esposa.
Nuria Labari vuelca su propia experiencia periodística en Eva Martínez. También ella tuvo que cubrir la noticia de los atentados que le llevaría incluso a entrevistar a la madre y las hermanas de uno de los terroristas. Con el deseo de cubrir de ficción la terrible realidad, la autora ha creado una historia creíble y cercana en la que los protagonistas muestran su propia fragilidad, sus miedos, y un deseo profundo de permanencia, de mantener algo sólido que dé consistencia a sus vidas.
La evolución de los personajes es positiva, y aunque no busca un final necesariamente feliz en el sentido más romántico de la palabra, sí hay una apuesta por buscar una felicidad más sosegada y madura apoyada en los lazos familiares y el amor inicial que los generaron.

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