CRECER CON PADRES SEPARADOS

Paulino Castell Cuixart, médico cirujano, especialista en pediatría, neurología y psiquiatría de la familia, pone en nuestras manos un excelente libro, necesario, claro, profundo y hasta positivo en una sociedad en la que se ha instalado la ruptura matrimonial casi como un valor, sin importar los “daños colaterales” que en este caso son los hijos del conflicto, de la ruptura o la consecuencia de una separación mal gestionada. Con una base y experiencia científicas de gran calado, el Dr. Castells, realiza un tratamiento magistral, pero real, cercano – termina haciéndose amigo del lector-, práctico pero profundo, del problema de la ruptura matrimonial y lo hace como él mismo dice: pensando en los hijos, con una visión personalista y humanizadora del problema poco vista hasta ahora en los planteamientos actuales sobre esta cuestión.
Evita caer en fáciles generalizaciones y pone especial cuidado en no realizar enjuiciamientos temerarios. No dramatiza pero tampoco banaliza sobre la importancia que tiene la ruptura matrimonial. Pone su experiencia de aula y de consulta al servicio de los más desapercibidos y dañados de este life-event de la sociedad posmoderna: los hijos del conflicto. Es un libro también con regla de oro: el niño ha de tener la seguridad de que le siguen queriendo y no dejarán de hacerlo. “Si ambos progenitores, saben separar sus trifulcas de pareja desenamorada de su papel de padres amantísimos de sus hijos, ¡el niño está salvado!”, anima el autor. Sabe empatizar con el hijo en esta situación, y presentar a los padres su interior, no solo sus sentimientos sino su yo vital.
El libro describe las diferentes situaciones y cómo afrontarlas con ciertos beneficios para las partes, desde el cómo se hizo la separación, cómo se ha de contar a los hijos, las reacciones y posibles respuestas tanto de los padres como de los hijos, resaltando y, eso es importante, los aspectos positivos de la situación.Se dedica una parte importante de sus páginas a la cuestión de las custodias (sole custody, joint custody, hared custody)y a las visitas y a los síndromes variados a los que dan lugar en especial, al SIP (Síndrome de Indefensión Parental). Y, por último, las conclusiones terapéuticas, entre ellas, la terapia del perdón, que no de la reconciliación.

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