CREÍ QUE BORRABAN TODO RASTRO DE TI

Sacha Alona es una ex reportera de guerra que ha decidido especializarse en gastronomía para dejar de lado todo lo relacionado con la violencia. Pero un día recibe un lote de cartas cuyo olor a vainilla le traslada con nostalgia a su vivencia personal del horrible genocidio ocurrido en Ruanda en 1994. Alona había sido enviada como corresponsal del diario francés Le Temps a Sudáfrica para cubrir temas relacionados con el apartheid. Allí le espera Benjamin Thomas, colega fotógrafo que le acompañará en tal misión periodística.
Un accidente y el inquietante comportamiento de algunos transportistas ponen a Sacha sobre la pista del contrabando de armas hacia Ruanda y, a pesar de la negativa de su director, decide trasladarse allí para seguir investigando. A su llegada al país, dividido por la tensión entre hutus y tutsis, se propone conseguir una entrevista con Paul Kagamé, líder de los tutsis organizados en el Frente Patriótico Ruandés (FPR) para lo cual contará con la ayuda de su médico particular también tutsi Daniel Kobeyisi, casado con Rose y padre de un hijo, que reside en la embajada francesa en Kigali.
Mientras se dirigen al encuentro con Kagamé un misil derriba el avión en el que viaja el presidente ruandés, el hutu Juvénal Habyarmana. Este atentado es el detonante de las matanzas de tutsis que comienzan en las calles de Kigali para extenderse muy pronto por todo el país, incitadas a través de las emisoras de radio. El objetivo de Sacha cambia irremediablemente, porque ahora, además de informar tendrá que ayudar a Daniel a sobrevivir de la violencia hutu y encontrar a su mujer y su hijo que han abandonado la embajada francesa y cuyo paradero se desconoce.
El escritor francoisraelí, Yoan Smadja, escribe con delicadeza un relato en el que el miedo, la violencia y la huida son los protagonistas. Para lograrlo intercala las cartas escritas por Rose a su marido, Daniel, a modo de diario, a través de las que el lector conocerá con mayor profundidad las motivaciones y los sentimientos de los protagonistas, familiarizándose con un país bello a pesar de sus circunstancias. Sin ser un tema central, el autor menciona la actitud pasiva de los cascos azules y el comportamiento ambiguo de Francia frente al genocidio.

Álvaro Lucas