CUANDO DOS Y DOS SON CINCO

Protagoniza la novela un capitán inglés que para ascender a comandante acepta el cargo de magistrado residente en una zona rural de Irlanda. Dado que él mismo cuenta con orígenes irlandeses, es capaz de adaptarse a las particularidades psicológicas de una tierra donde dos y dos no tienen por qué ser obligatoriamente cuatro. Aún así, sus esfuerzos por integrarse y luego los de su mujer, venida de Inglaterra para casarse, dan lugar a situaciones pintorescas que forman el eje de la trama argumental.
La obra, ambientada a finales del siglo XIX, es un relato de humor que hace referencia a la vida social de los personajes centrales. El comandante traba amistad con su casero, emparentado con una aristocrática familia, quien además de alquilarle una casa que se encuentra en condiciones de habitabilidad un tanto deficientes, le fuerza a comprarle uno de los caballos de su criadero. A través de él se introduce en un círculo de amistades cuya principal diversión es la caza del zorro, en la que se ve obligado a participar pese a que sus preferencias personales se inclinan hacia la de perdices. La lluvia, el lodo, los pantanos y las humedades en el interior de las viviendas, por acomodados que sean sus habitantes, así como el peculiar modo de actuar de la servidumbre, dan lugar a situaciones divertidas que se narran de forma expresiva e ingeniosa. La belleza de las descripciones de paisajes pone un grato contrapunto estético a las frecuentes secuencias donde el consumo excesivo de bebidas alcohólicas se convierte en el elemento primordial. El estilo, de un amable tono realista, teñido de ironía, conserva íntegra su capacidad expresiva, favorecido además por una acertada traducción.
Las autoras, Edith Somerville (1858-1915) y Violet Martin (1862-1815) emparentadas y de ascendencia angloirlandesa, formaron una de las parejas literarias más conocidas de Irlanda. Esta novela, publicada en 1899 fue la primera escrita conjuntamente.

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