CUATRO MUERTES PARA LIDIA

Lidia, una adolescente de quince años, narra su largo e incierto viaje a través de un mundo en llamas, recién salido de un Apocalipsis. Con un inicio impactante que muestra a su pueblo calcinado e invadido por las ratas, la protagonista, acompañada de su padre y su hermano deficiente, huye de su hogar- sabiendo que nunca regresará- en busca de su madre y de una posibilidad de futuro más allá de los desiertos de ceniza. De trama intensa y ritmo trepidante, el autor utiliza un lenguaje expresivo y rico que atrapa al lector en una historia de supervivencia al límite, donde los personajes se mueven por lugares de pesadilla, descritos de forma detallada y realista, en los que se producen escenas cargadas de emotividad y dureza. Al hambre y la sed que sufren de modo permanente, se suman ataques de lobos, de serpientes y otras pruebas tan duras que les hacen mella, no sólo en el cuerpo, sino también en la mente. El relato, aunque breve, presenta distintos niveles de lectura. Detrás del argumento principal late un fondo psicológico con referencias a la necesaria maduración adolescente que, en este caso, se acelera y se resuelve de modo satisfactorio en Lidia, empujada por las circunstancias. Es un libro ameno e interesante para todo tipo de lectores.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa