DELINCUENTES DE MEDIO PELO

El periodista irlandés Gene Kerrigan debuta como novelista con Delincuentes de medio pelo, un thriller ambientado en una Irlanda próspera tras la burbuja financiera. El protagonista es Frankie Crowe, un ex convicto que sobrevive a base de pequeños robos. Ambicioso y violento organiza un plan para atracar a un millonario abogado que luego modifica para secuestrar a su esposa aunque para hacerlo debe pedir permiso a su antiguo jefe y a un mafioso local que no está muy de acuerdo. Esta oposición no frena a Frankie quien reúne a un grupo de amigos delincuentes para realizar su objetivo, gente sin demasiada experiencia en este tipo de acciones. El golpe se lleva a cabo satisfactoriamente pero Frankie y su banda se ven obligados a esconderse constantemente ya que les persigue la policía y especialmente un experto inspector que para conseguir localizar a la secuestrada tendrá que sortear un cúmulo de impredecibles acontecimientos.
Kerrigan desarrolla su thriller en una Irlanda enriquecida donde la corrupción campea a sus anchas y donde se mantienen claramente grandes diferencias sociales que se plasman en el estilo de vida de los principales personajes, construidos sólidamente, con cualidades y defectos ya sean ladrones, policías o millonarios especuladores. Junto a este potente recurso el autor ofrece una tensión que no da tregua mediante una prosa firme, diálogos rápidos y la típica jerga malsonante de la atmósfera donde se desarrolla la acción. A lo largo de la historia se perciben algunos rasgos característicos de Irlanda como una religiosidad latente en la conciencia de sus protagonistas aunque la hacen compatible con conductas de ambigüedad moral entre las que se encuentra alguna referencia sexual algo subida de tono. Novela negra con una dosificada dosis de violencia y final inesperado cuya lectura atrapa.

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