DESDE DONDE ESTOY VEO LA LUNA

Moon es una chica de diecinueve años, amante de la libertad, que duerme en la calles parisinas, acompañada de su perro y varios compañeros, entre los que hay un ex presidiario por delitos menores; por uno de ellos siente un amor lleno de romanticismo. Pero el auténtico deseo de Moon es ser escritora, y entre mantas y suciedad, en un ambiente marginal donde no faltan los okupas, escribe y escribe hasta que presenta su primer manuscrito en una editorial.
La narración en primera persona emplea una prosa directa, llena de frescura, humor y viveza con el empleo de un lenguaje desenfadado, a veces demasiado, con abundancia de palabras malsonantes. La autora refleja con detalle y apuntes expresivos el ambiente de la calle, presentando a la protagonista como un personaje atractivo y de gran humanidad a pesar de su modus vivendi. Debido al estilo algo desgarrado de la novela hay algún comentario que raya en la vulgaridad.
Maud Lethielleux es artista, música y escenógrafa. Esta es su primera novela.

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