DIARIO DE UN ESQUIZOFRÉNICO

Miguel González Purroy, alias Urbegi, es un joven navarro que escribe este relato autobiográfico en el que describe la trayectoria de su enfermedad. Un chico con un coeficiente intelectual muy alto que en la década de los noventa, con 18 años, empieza a notar que algo extraño ocurre en su interior. Cuando se le diagnostica esquizofrenia, Urbegi se pone en manos de los médicos y, lentamente y con gran fuerza de voluntad, va alcanzando pequeñas metas tanto en el plano humano como profesional. Consciente de sus limitaciones pero gran luchador, abandona la carrera pero se dedica con éxito a la pintura y a la escritura, hace ejercicio físico e incluso viaja, es capaz de afrontar la muerte de su madre, cultiva amistades, siempre con la ilusión de encontrar una novia. Actualmente, aunque con pequeñas crisis, ha conseguido un adecuado engranaje del día a día con la enfermedad y, sabiéndose distinto, se ha convertido en una persona que lleva una vida bastante normal.
Diario de un esquizofrénico, prologado por el psiquiatra, Jorge Pla y con una introducción del profesor de Miguel, Jokin San Julián, se compone de una serie de breves relatos a modo de diario que arranca en febrero de 1991 y concluye en diciembre del 2000. Se trata de una narración cargada de fuerza descriptiva, con la verosimilitud de lo vivido en primera persona, en la que el autor va detallando las características de su enfermedad y como le afectan a su existencia cotidiana. También refleja cómo, mediante el tesón, sentido positivo y la fe en Dios, ha logrado obtener la mejor versión de sí mismo. La obra está salpicada de anécdotas familiares, humorísticas, emotivas y simpáticas la mayoría de las veces, de forma que el conjunto resulta un ilustrativo y esperanzador testimonio de superación.

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