LOS DÍAS LUMINOSOS

Zsuzsa Bánk (Fráncfort del Meno, 1963) es una escritora y periodista alemana que debutó con El nadador (2004) y ahora publica su segunda novela titulada Los días luminosos. Una historia familiar y de amistad ambientada en Alemania e Italia a partir de la década de los sesenta. La narradora es Seri, hija de artistas emigrantes de Hungría que han huido de los tanques de Budapest. Ella recuerda su infancia y juventud en un pueblo, Kirchblut, cercano a Heidelberg, con sus dos íntimos amigos, Aja y Karl. Un trío inseparable. El centro neurálgico de la narración es Evi, la madre de Aja, mujer rebosante de personalidad y encanto con gran atracción hacia los tres niños ya que crea un ambiente de espontaneidad absolutamente magnético; además el jardín de su casa es para ellos como un lugar mágico en el que no cabe mayor felicidad. El padre de Aja es trapecista circense y viaja mucho y, en general, por la ausencia de la figura paterna, las mujeres son muy importantes en la novela ya que los niños crecen casi todo el tiempo con sus madres. Cuando el trío crece, cada uno comienza su andadura profesional y la segunda parte del relato se desarrolla en Roma para concluir de nuevo en Kirchblut. Con el tiempo Aja será médico, Karl fotógrafo y Seri gestionará una empresa de transporte. A lo largo de estos años sobreviene la pérdida, la enfermedad y el descubrimiento de algún doloroso secreto familiar, sucesos que hacen mella en sus vidas pero, tras una temporada de pena y desconcierto, los tres amigos logran asimilar su respectiva decepción. Zsuzsa Bánk despliega un estilo pausado, algo teatral y cuajado de imágenes a través de una prosa bellísima construida a base de frases largas y el recurso de ingeniosos recursos estilísticos que hacen que en la novela todo fluya con elegancia y fluidez. Esta depurada técnica se alía con el diseño de unos personajes extraordinarios, humana y literariamente. Los días luminosos hace honor a su título y, a pesar del sufrimiento y desilusión que afloran en una parte de la trama, su autor ofrece una narración en la que la felicidad se mantiene intacta casi en todas sus páginas, también el perdón y cierta visión trascendente de la existencia.

TROA